Magna Dea, ingeniería con sede en Oviedo, ha sido seleccionada por la Fundación Repsol por su idea para desarrollar una nueva tecnología que permita aprovechar residuos orgánicos como combustible alternativo. El proyecto, actualmente en desarrollo, ha sido una de las siete ideas seleccionadas tras competir con 746 propuestas presentadas por centros de investigación, universidades y empresas del entorno internacional.
La gasificación en agua supercrítica es una tecnología emergente de reducido impacto ambiental para obtener gas combustible a partir de residuos orgánicos y que permite alcanzar rendimientos de producción de energía del 50%, frente al 20% de la incineración.
El proyecto de Magna Dea, seleccionado por la Fundación Repsol, consiste en desarrollar un sistema de obtención de un Gas de Síntesis (Syngas) de alto contenido en hidrógeno. Se trata de una tecnología de gasificación de residuos orgánicos en agua supercrítica de alta eficiencia y adaptada a las condiciones de alta concentración de humedad.
Para ello, Magna Dea está diseñando un prototipo de laboratorio que permita gasificar residuos utilizando la tecnología más avanzada. Y aunque la investigación se enfoca desde el punto de vista de la generación energética, la tecnología de Magna Dea también permitirá neutralizar residuos no biodegradables mediante este proceso.