CONCLUSIONES DE LA REUNIÓN:
Esta reunión nos ha servido para conocer tanto la teoría básica como una experiencia práctica de organización «agile», así como para debatir en el grupo sobre los distintos enfoques a tomar.
Por un lado, contamos con la colaboración de Igor Arrizabalaga, CEO en AXIA (RDT Company), quien nos hizo una introducción a la metodología agile, los distintos marcos de trabajo que se pueden utilizar, así como los errores más comunes en los que suelen incurrir las compañías que tratan de apostar por Agile. Asimismo, su compañero Diego Sancho, Agile Talent Consultant en AXIA, nos explicó cómo trabajar la agilidad a través de los OKR.
Por otro lado, se presentó la experiencia de cultura agile en ING, con la participación de Enrique Ávila, Director de Operaciones e Iván Corps, Enterprise Lean & Agile Coach, ambos en ING España, quienes presentaron sus aprendizajes, buenas prácticas y también algunas barreras que se han encontrado en su camino hacia una organización agile. Algunas de las reflexiones que han salido a la luz durante el debate pueden verse a continuación:
- La agilidad no se implanta: se habilita o facilita. Se pueden implantar marcos de trabajo o metodologías como Scrum, Kanban, SAFe… pero es necesario trabajar desde la cultura o el mindset. El liderazgo o la gestión del cambio deben ser siempre internos.
- La agilidad, además, no concluye, no tiene fin, no llega un punto en que está «conseguida», sino que siempre es un camino en marcha.
- La agilidad no es exclusiva de los departamentos IT, pero éstos son buen lugar desde el que extenderla al resto de la empresa. En cualquier caso, se puede ser ágil sin necesidad de aplicar tecnología… Pero esta extensión desde IT al resto de la organización exige de una «venta interna» en la que es deseable trabajar con indicadores claros.
- La agilidad tiene dos bases: personas y negocio. Es necesario alinear a todos los colectivos de la organización. Además, hay otros elementos clave, más allá del uso de herramientas concretas, a tener en cuenta: gestión del cambio, visibilización del proyecto, operativizar los marcos de trabajo para llevar la cultura a la práctica, medir lo conseguido…
- La transformación real no está en el diseño, sino en las «trincheras» del desarrollo y en el cambio cultural y de comportamientos, para lo cual es preciso tener personas comprometidas y con capacidad y herramientas para colaborar, aceptar y dominar el cambio constante.